KARAKU es un laboratorio de teatro sensorial, que invita a un viaje intercultural, para recordar nuestras raíces comunes. La experiencia se diseña habitando el espacio-tiempo circular, donde se expresa la memoria colectiva. El circulo une, recoge, contiene y recuerda nuestra interconexión, allí donde tu historia se refleja en la mía, para volverse la nuestra y transformarse tantas veces como sea necesario.
APUNTES DE NUESTRO ANDAR
El grupo KARAKU nació en la Universidad de Calabria (ITALIA), entre personas de diferentes orígenes buscando un camino de investigación y experimentación intercultural a través del arte. Monis (Indonesia), Grazia (Italia), Audrey (Francia), Gio (Paraguay), Lello (Italia), Ganaa (Mongolia), Aza (Paraguay) y Ciccio (Italia) se reconocieron en un espacio teatral no convencional.
"No se puede desconectar la vida del teatro, no se puede desconectar el teatro de la experiencia".
Un VIAJE hacia el KARAKU
Entrenamos la escucha curiosa, para activar la imaginación colectiva.
Nos invitamos a transformarnos, como buscadores de sentido.
A mirar a cada otro, a cada otra, como nuestro espejo interior.
Buscamos un ritmo para una música que no existe, atentos a los ruidos, en silencio, para escuchar la voz de la tierra, para entender lo que se anticipa a lo que sucederá después. Caminamos intentando dar pasos de empatía, para salir de la burbuja individual y conectar con la vida real, la cotidianeidad, con lo auténtico y esencial. Lo que está fuera, está dentro, y viceversa.
Identificamos las tensiones entre ser y representar, entre lo tuyo, lo mío, lo nuestro. Exploramos la interdependencia y la reciprocidad. El teatro como relación, el teatro como restitución. El teatro como experiencia circular, cíclica, que retorna y se transforma.
La improvisación y el descontrol hacen parte de cada encuentro. Procesos abiertos, sin resultado previsto, que se comprenden solo dejándose andar, sin tratar de entender, abandonándose al devenir.
El punto de partida es siempre la poesía de la vida cotidiana, ideas, imágenes, objetos, paisajes, sonidos, aromas, texturas... Recuerdos de la memoria de los sentidos, buscando asociaciones y contaminaciones.
Jugando nos vamos permeando mutuamente, dejándonos sorprender con lo sencillo.
Identificamos un concepto resonante, una metáfora, desde donde inventamos cada espacio y sus habitantes, para crear la experiencia narrativa que invite a las interacciones significativas.
Nos restituimos nuestras historias, recuperando lo que nos queda de lo narrado por el otro, recreando e imaginando, conectando una idea con otra, un sonido con otro, para encontrar el ritmo y el movimiento común, hasta alcanzar la fusión y la confusión, la apropiación, donde lo mío es tuyo y lo tuyo nuestro y así cada nueva improvisación fija imágenes, gestos, sonidos, que se repiten hasta encontrar su lugar en el cuerpo y en el espacio.
"Restituir es un trabajo de síntesis, para enganchar, conectar, recrear. Como un sonido que retorna, que no cambia, pero te cambia".
Es tan necesario darnos tiempo para narrarnos y escucharnos. Quizás de eso no más se trata el amor.
No hay forma más linda de amarnos que compartir nuestros relatos. No hay desamor más grande que el desinterés hacia los cuentos del otro.
Amar-nos es tener un patrimonio común de cuentos.
Amar-nos es tener tiempo para detenernos,
para reconocernos, para sentirnos, para abrazarnos con la boca, los oídos, la mirada, los gestos.
Para abrazarnos también con el silencio.
Para abrazarnos con la presencia.
EL LABORATORIO SENSORIAL
KARAKU concibe los relatos como principio de comunidad, de fiesta, de encuentro. Porque cuando compartimos cuentos, nos conectamos a los nosotros que nos habitan, reconociendo universos significativos, canalizando sentidos, dibujando mapas emocionales, tejiendo vínculos mágicos que guían el recuerdo de la esencia.
El CUERPO como custodio de HISTORIAS
KARAKU recoge las historias atrapadas en los cuerpos, las memorias que nos constituyen, que nos mueven y paralizan. Jugamos con el cuerpo, como paisaje y territorio, como identidad. El movimiento, la organización del espacio escénico y sensorial, indaga las potencialidades expresivas de diversas formas narrativas: oral, gráfica, musical, audiovisual, no verbal, invitando a la experimentación con recursos simbólicos de nuestras culturas de origen, para reconocernos y descubrir nuestras raíces comunes.
CORPOSTORIE
Las palabras y los gestos
viajan en el cuerpo,
y dentro de las palabras,
dentro de cada letra,
de cada sonido,
dentro de cada mirada,
hay un universo,
un sentido,
un tiempo a desvelar.